En estas domínicas de la Cuaresma, las lecturas del Antiguo Testamento han recorrido diferentes tradiciones -ley, patriarcas, profetas- de ésa, la primera parte de lo que tú yo conocemos como la Biblia o, más exactamente, las escrituras Judeo-cristianas.
El Antiguo Testamento es también uno de los vínculos más sólidos que existe entre las tres grandes religiones monoteístas del mundo: Cristianismo, Islam y Judaísmo.
Efectivamente, los cristianos compartimos buena parte de nuestras escrituras sagradas con los judíos o persona practicantes del Judaísmo, la religión en que, hace alrededor de 2 mil años, apareció Jesús de Nazaret y, eventualmente, lo que sería conocido como la Iglesia.
La Biblia es uno de los pilares principales en nuestra vida como creyentes, como cristianos y como anglicanos. Claro, que la forma de interpretar la Biblia varía mucho entre los diferentes grupos e iglesias cristianas.
Aunque no se puede hablar de una “postura definitiva” de todas las iglesias anglicanas respecto a la Biblia, al menos en San Esteban, vivimos y acudimos a las Escrituras, a la Biblia, persuadidos que en sus relatos, poesía, cantos y memorias, la voz de Dios revelado en la Historia nos confronta con hechos decisivos en la salvación, en el caminar de hombres y mujeres, respondiendo a un llamado de gracia y amor.
El Islam es otra religión que, junto al Judaísmo y al Cristianismo, tiene un grupo de escrituras en un lugar privilegiado dentro de sus creencias y prácticas como personas de fe religiosa.El Noble Santuario musulmán de Jerusalén, conocido por Judíos y Cristianos como el Templo de la Colina.
Las escrituras sagradas de las personas de la fé musulmana son El Corán, o grupo de revelaciones que Mahoma, el profeta divino reconocido por las personas musulmanas, recibió directamente de Alá, el nombre con que el Islam se refiere a Dios.
En nuestros países de origen, probablemente no es cosa común la presencia de personas de la fe musulmana. En Latinoamérica, creo que ha sido particularmente a través de las personas provenientes del Líbano y Turquía que hemos conocido la religión del Islam. Sin embargo, nada de nuestra experiencia en Latinoamérica se compara con las grandes comunidades musulmanas que podemos encontrar en Canadá y, particularmente, aquí en Toronto.
Miles y miles de peregrinos musulmanes, provenientes de todas partes del mundo, caminan en derredor de La Kaaba, en La Meca, Arabia Saudita.
Los vínculos que te proveemos arriba te deben servir para satisfacer cualquier pregunta o inquietud que puedas tener respecto al Islam, su historia y las características más sobresalientes de la práctica religiosa del Islam. Lo que queda es exhortarte a que aproveches la oportunidad que te ofrece esta diversidad de culturas y religiones que podemos encontrar en Toronto y te decidas a visitar lugares de culto, lugares de plegaria y alabanza y comunidad, de otras religiones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario