Lo que queremos es poner a tu alcance esos relatos, esas memorias sobre aquellas personas que, en su amor dedicado a Dios, y en su amor dedicado al prójimo, son recordadas por la Iglesia en perpetuidad, como signo de cuán significativas han sido sus vidas para el Reino de Dios y para la Iglesia, tal y como la conocemos tú y yo.
Primero que nada, conviene que nos preguntemos: ¿por qué conocer sobre la vida de las santas y santos de nuestro calendario? Y, más aún, ¿qué tienen que ver con mi vida, con mis sueños y miedos, con mi fe, mis plegarias, esas personas cuyas imágenes, pinturas, fotos e íconos puedo ver en algunas iglesias y a quienes, de manera general, llamamos santos, santas?
La palabra santo procede de un vocablo hebreo, que a su vez significa "apartado para Dios, consagrado a Dios". De tal manera, santo no fue sólo Francisco de Asís o Hilda de Whitby, sino también lo fue ese momento que pasó Ud. o cualquier persona –sea cristiana o no, sea religiosa o no- cuidando a un enfermo, consolando a algún afligido, alentando a un cansado o celebrando con un contento, como santo también es su momento de lectura bíblica, culto comunitario, alegría familiar, ofrenda a la Iglesia o plegaria. Todo lo que hagamos con Dios y Su voluntad de amor y vida en nuestras mentes, manos y pensamientos, santo será. Pero tú y yo no aparecemos en el Santoral, así que la explicación está incompleta.
Los 104 Mártires de Corea (haga click para hi-res)
Vayamos entonces al Catecismo del Libro de Oración Común (p. 755). "La Comunión de los Santos es toda la familia de Dios, vivos y muertos, los que amamos y los que ofendemos, unidos en Cristo por los sacramentos, la oración y la alabanza".
O sea, que los santos y santas no son un grupo exclusivo de personas (en ropas blancas y revoloteando por las nubes, con arpas y todo lo demás) escogidas por sus grandes virtudes y vidas impolutas. Los santos y santas de Dios somos la Humanidad toda, de ayer, hoy y mañana, reunidos en el Poder y el Amor de Dios, peregrinos todos hacia la Verdad.
Pero también están, por supuesto, aquellos hombres y mujeres de vidas, palabras y obras excepcionales, a quienes recordamos a lo largo del año cristiano. Entre todos y todas conforman el Santoral de la Iglesia, una parte muy importante de nuestro Calendario Litúrgico.
En las fichas que iremos publicando, aparecerán unos pocos datos de cada una de las personas que, bien aparecen en el Calendario de Santos y Santas de la Iglesia Anglicana de Canadá, bien son de significación muy profunda para nuestra comunidad San Esteban. Estas fichas biográficas, aunque breves, pueden ayudar a comprender mucho mejor qué es lo que ha hecho a estos hombres y mujeres dignos de figurar en el calendario universal de la iglesia cristiana, dónde "vivió" esa pasión por Cristo, que hoy los hace memorables.
Sin dudas, es ésta la marca de santidad, lo que hace santos a los santos: la pasión por Cristo. Pudiéramos decir que los santos de la Iglesia han sido personas comunes y corrientes, pero cuyas vidas han sido claramente atravesadas por la Cruz del Salvador e iluminadas por el mismo Dios que rompió las cadenas de la muerte en la mañana de Resurrección.
La santidad, entonces, no radica en una vida de quietud, silencio y, podría pensarse, aburrimiento (lean sobre las vidas de Wulfstán de Worcester, o de Ignacio de Loyola, por citar dos ejemplos) sino de entrega completa, resuelta y confiada a la causa del Reino de Dios, del Pueblo de Dios.
¿Qué hacer respecto a los santos? ¿Les rezamos, recordamos, llevamos en procesión, invocamos ("San Isidro Labrador, quita la lluvia y pon el sol") o, como parece ser una práctica creciente, los mencionamos y olvidamos "hasta el año que viene?". En definitiva, ¿qué hacemos los anglicanos respecto a los santos y santas de la Iglesia?
Vayamos por orden. Dentro del Anglicanismo no se reza a los santos. Consideramos que nuestro único Mediador y Abogado es Jesucristo el Señor, y por ello no rezamos a los santos. Sin embargo, los recordamos de muchas otras maneras. Muchas comunidades locales son "bautizadas" con el nombre de algún santo o santa, y la congregación del lugar busca enriquecer su testimonio y vida diaria con las virtudes, enseñanzas y tradiciones del santo o santa en cuestión. De ahí que muchas parroquias que han sido nombradas, por ejemplo, en honor de Francisco de Asís, trabajen en favor del medio ambiente, y así por el estilo.
Pero en el Anglicanismo, ciertamente, recordamos a las santas y santos de la Iglesia. Junto con toda la Iglesia, tú y yo estamos llamados a meditar en los ejemplos que tales hombres y mujeres han labrado en la Historia, como mismo estamos llamados a encontrar en sus vidas, palabras y obras, los reflejos del ministerio de Jesús de Nazaret, de su sacrificio, muerte y resurrección, de su promesa de un Cielo Nuevo y una Tierra Nueva.
Los textos usados han sido varios, y mencionarlos daría la impresión de una cultura bibliográfica que no poseo. Pero lo que sí les puedo asegurar es que voy a disfrutar mucho editando todas estas fichas de nuestro Santoral, de nuestro Calendario de Santos y Santas de la Iglesia.
¡Buen provecho!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario