Quizás ya Ud. haya escuchado sobre la controversia alrededor del ´autobús ateo´ en el Reino Unido. ¿No?
La versión más breve de la noticia es que hay un grupo de personas de ideas humanistas, también conocidos como ateos, que han organizado una campaña de publicidad, a ser desplegada en autobuses del transporte urbano en varias ciudades inglesas y de toda Europa, con un mensaje que cuestiona la existencia de Dios y nos alienta a concentrarnos en vivir una buena vida.
La versión más breve de la noticia es que hay un grupo de personas de ideas humanistas, también conocidos como ateos, que han organizado una campaña de publicidad, a ser desplegada en autobuses del transporte urbano en varias ciudades inglesas y de toda Europa, con un mensaje que cuestiona la existencia de Dios y nos alienta a concentrarnos en vivir una buena vida.
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O, literalmente en Inglés,
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La historia detallada es aún más interesante. Todo esto comenzó cuando la escritora inglesa Ariane Sherine vio un anuncio publicitario en un autobus en Londres, que incluía la cita bíblica ´Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿encontrará fe en esta tierra?”. Bajo la cita se mencionaba un sitio de internet, y cuando Sherine lo visitó, leyó que, como no-creyente que ella era, estaba “condenada a la separación eterna de Dios y a pasar la eternidad en los tormentos del infierno”.
Shockeada de que se permitiera a grupos religiosos promover sitios de internet que amenazaban a los no creyentes, literalmente, con torturas al final de sus vidas, Sherine escribió una columna de opinión para el sitio web ´Comment is Free´ del periódico The Guardian. Los comentarios alrededor de este artículo llevaron a la creación de una campaña que contrarrestara lo que Sherine y un grupo creciente de personas de ideas humanistas consideraban un atropello a la libertad religiosa y de expresión, representado por anuncios religiosos de lenguaje violento, amenazante y ofensivo.
Lo demás, como se dice, es historia. La campaña ya ha recolectado miles y miles de libras esterlinas y ha colocado anuncios como el de la foto en buses de 10 ciudades del Reino Unido y otras en Europa continental. Hay planes de llevar la campaña a otras ciudades del mundo, así que no se sorprenda cuando vea uno de estos anuncios en algún autobús rodando por Toronto.
Shockeada de que se permitiera a grupos religiosos promover sitios de internet que amenazaban a los no creyentes, literalmente, con torturas al final de sus vidas, Sherine escribió una columna de opinión para el sitio web ´Comment is Free´ del periódico The Guardian. Los comentarios alrededor de este artículo llevaron a la creación de una campaña que contrarrestara lo que Sherine y un grupo creciente de personas de ideas humanistas consideraban un atropello a la libertad religiosa y de expresión, representado por anuncios religiosos de lenguaje violento, amenazante y ofensivo.
Lo demás, como se dice, es historia. La campaña ya ha recolectado miles y miles de libras esterlinas y ha colocado anuncios como el de la foto en buses de 10 ciudades del Reino Unido y otras en Europa continental. Hay planes de llevar la campaña a otras ciudades del mundo, así que no se sorprenda cuando vea uno de estos anuncios en algún autobús rodando por Toronto.
Déjeme decirlo así de sencillo. El fundamentalismo religioso es el único anticristo en que podemos, realmente, creer. Por sus frutos les conocerán.
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Pero también vale la pena considerar el mensaje de esta campaña.
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Para mí, es curioso que el slogan deje espacio para un ´probably´. Y no estoy seguro de que los creadores de la campaña se hayan dado cuenta de que es, precisamente, el espacio de ese ´probably´ lo que explica que estemos hablando de ´fe´ cristiana, y no ciencia, ideología o superstición. Es la esperanza de aquello que no podemos ver.
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Por muy pequeña y despreciable que parezca la evidencia en favor de la ´existencia´ de Dios, es suficiente para mí, y quiero tomar esa pequeña y despreciable evidencia tan en serio como estos buenos humanistas o ateos toman en serio la pobre y despreciable evidencia que siempre habrá para sus propias ideas sobre el sentido de la vida, que es, al final, la cuestión aqui.
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Lo demás, es cuestión de respetar el derecho de toda persona a la libertad de expresión. Bendita sea.
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